Todo el mundo tiene una razón distinta para querer aprender este bonito arte que nos acompaña desde hace muchos años. Querer ilusionar y emocionar a nuestro público es fantástico y muy gratificante. Sin embargo, aprender este arte toma un tiempo y requiere dedicación y compromiso… si no fuera así, todo el mundo sería Mag@.
Para lograr dominar cada movimiento y manipular como un verdadero prodigio, debes enfrentarte a la frustración, la inseguridad y a la indecisión que amenaza con frustrar nuestro objetivo. Desde Magia Cadabra, queremos darte algunos consejos que te pueden servir de base para empezar a aprender MAGIA de manera eficaz.
1. Iniciate despacio.
SÉ PACIENTE. Si tratas de aumentar el ritmo de tu aprendizaje más allá de tus capacidades actuales es peligroso; puedes desarrollar malos hábitos y eso puede influir en el modo de aprender las técnicas o los conceptos, querer ir muy rápido es sinónimo a que cometas errores, los cuales después son más difíciles de corregir. No te olvides que eres principiante, practica despacio con técnicas sencillas, efectos que sean fáciles de dominar y por supuesto, ensaya hasta que te canses. ¡Te aseguro que valdrá la pena!
En este punto, debes vencer la frustración y sobretodo ser muy paciente. Quizás, una de las mayores cualidades de un ilusionista que busca perfeccionar su habilidad, es la paciencia. Esta habilidad necesita tiempo y esfuerzo. Si te encuentras con una barrera, continua hasta que consigas derribarla.
Comienza aprendiendo efectos que estén dentro de tus posibilidades teniendo en cuenta tus conocimientos, y así irás ganando poco a poco esa confianza y el hábito de la práctica. Tu mismo/a te irás dando cuenta cuando podrás afrontar un nuevo reto.
2. Estudia teoría mágica.
Algunas personas que empiezan a aprender o incluso, algunas otras ya conocedoras de algo en la materia la llegan a considerar opcional. Sin embargo, la teoría en la magia te permite entender conceptos en la magia que, de otra forma, llevaría al estudiante promedio años entender o dominar.
Cuando se habla de teoría mágica, normalmente nos referimos a todos esos factores que intervienen en la creación de esa auténtica atmósfera mágica (cómo diría Arturo de Ascanio), a la hora de realizar un efecto. La psicología que aplicamos llega a ser fundamental, pues además de la técnica es quizás de las cosas más importantes. Los principios de cobertura, paréntesis, misdirection, etc.
En resumen, son pilares que debemos entender y aplicar en nuestras creaciones, pues gracias a ellos lograremos dar un pasito más en nuestra carrera artística y poder lograr crear ese contraste entre realizar un simple truco o, hacer MAGIA.
3. Diviértete mientras aprendes Magia.
Es muy importante ensayar las técnicas, estudiar y todo lo demás… pero haz que tus ratos practicando sean divertidos y entretenidos. Una música de fondo que te motive y te permita concentrarte puede ser ideal, pues de esa forma asocias el ensayo o el estudio a algo que te aporte momentos positivos y te sirva de concentración.
Tener siempre cosas nuevas que aprender o practicar, es importante que desde un principio sepas elegir que tipo de magia te gustaría hacer, el aprender algo que nos gusta nos mantiene motivados para seguir practicando y mantener esa llama encendida. Y por supuesto, disfruta del camino…
4. Fomenta la práctica constante.
Asistir a las clases de Magia no es suficiente, cómo le decimos a nuestros alumnos. Para progresar realmente, es necesario practicar. Debes ensayar una y otra vez lo aprendido en clase, libros o en alguna reunión de forma constante. Ya sea repasar algún efecto, mejorar técnicas o realizar algún tipo de ejercicio para mantener tus habilidades.
Tambien, forma parte de la practica fijar metas o retos que te puedan permitir dominar cosas nuevas en un tiempo determinado. Estas metas te harán querer practicar con ansias, te ayudaran a mantener una actitud productiva y te darán sentimiento de satisfacción al ver tus habilidades progresar. Eso mola, y MUCHO.
No olvides establecer una rutina de práctica programada; agenda tiempo de práctica, busca un lugar tranquilo y sin distracciones. Fija metas especificas y objetivas, marcar un tiempo determinado puede ser de ayuda para crear una rutina de trabajo y así poder lograrlas.
5. Manten una mente abierta.
En la magia, mantener la mente abierta abre un mundo de posibilidades para aprender o como para crear. Todos tenemos un estilo de hacer magia preferido, pero explorar otras ramas o estilos puede beneficiar nuestro aprendizaje. Por ejemplo, no es lo mismo una rutina de monedas de magia de cerca que un número de manipulación de escena. Es muy posible que viendo y aprendiendo de otros maestros puedas adquirir conocimientos nuevos, los cuales podrás aplicar a tu estilo.
También puede venirte bien si estás estudiando una rutina (cubiletes por ejemplo), indagar y descubrir otras rutinas por otros magos para ver de que forma la realizan y que métodos emplean para llevarla acabo, igual terminas aprendiendo algo nuevo o quizás alguna mejora que te pueda servir para aplicarla en cualquier momento.
6. Conoce tus herramientas de trabajo.
Un mago debe conocer sus herramientas de trabajo tan bien, cómo su técnica. Es muy probable que no puedas sacarle el mayor partido si no conoces a fondo el el elemento o elementos con los que quieras trabajar. No se trata que te inicies con objetos carísimos, en principio, obtendrás el mismo resultado. En el caso de las baraja de cartas se recomiendan que tengan un buen acabado y que te permitan realizar las técnicas con soltura y por supuesto que estés comod@ con la herramienta que estés utilizando. Siempre es bueno conocer las herramientas para saber hasta que punto puedes sacarle rendimiento y que te aporte confianza cuando estés trabajando.
7. Encuentra al maestro correcto.
Está claro que puedes aprender magia por tu cuenta. En efecto, tutoriales web que aseguran hacer posible el aprendizaje de modo autodidacta. Aunque estos métodos ofrecen algunos beneficios, no pueden enseñar y corregir la técnica, los hábitos y el posicionamiento de las manos, cuerpo cómo lo haría un maestro.
Tampoco existe una retroalimentación o un programa concreto de aprendizaje según tus cualidades especificas. La ventaja de una buena escuela o de un buen maestro, es que pone a tu disposición sus conocimientos y programas de estudio con métodos de evaluación, así aprendes a tu ritmo y teniendo en cuenta tus habilidades y posibles limitaciones. Tener alguien que pueda corregirte te hará progresar en tu aprendizaje, y podrá guiarte en este nuevo camino que quieres emprender y así ayudarte a poder hacer tu sueño realidad.
Esperamos que nuestros consejos os puedan servir para que sepáis por dónde empezar este largo y bonito camino que te acompañará el resto de tu vida. Sabemos que pueden haber otras muchas formas para estudiar magia. ¿Te animas a escribir en los comentarios y nos dejas tus consejos?
Te leemos 😉
